Los primeros resultados de la autopsia indican que Dalmau murió a causa del siniestro (Mallorca)
La autopsia realizada al cadáver del ex presidente del Mallorca y ex propietario de la Policlínica Miramar, Miquel Dalmau, indican que murió a causa de las lesiones provocadas en el siniestro.
Cabe recordar que agentes de la Guardia Civil, advertidos por un pescador, hallaron el coche de Dalmau estrellado en un precipicio en Cabo Blanco, a unos 400 metros del faro. Su cuerpo tuvo que ser excarcelado del amasijo de hierros por los bomberos y un equipo especial de montaña.
Según el forense el ex presidente rojillo falleció a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico y daños en los órganos internos provocados por la caída desde al menos 20 metros de altura. Sin embargo, aún faltan por conocerse los resultados de la prueba de tóxicos que el laboratorio tendrá el lunes.
Parece ser que Dalmau pasaba por un momento personal muy difícil y los investigadores barajan la hipótesis del suicidio. Amigos y allegados habían constatado su pérdida de peso, que había reducido el tamaño y el ánimo de quien fue en vida un hombre extraordinariamente vigoroso.
La familia contrata a un detective
La familia, destrozada, siempre había temido que tras la desaparición del médico hubiera algo más que un episodio de crisis de la depresión que arrastraba desde hacía tiempo y que en los últimos tres meses le había obligado a medicarse. Por eso, y para colaborar con las investigaciones de la Policía, ha contratado al detective privado Carlos Valencia, propietario de la empresa Gesinvest, primero para investigar la desaparición, ahora la muerte.
A Dalmau le esperaba en los próximos meses un auténtico via crucis judicial propiciado por las diferencias con su antiguo socio en la Policlínica Miramar. El litigio se fundamenta en las denuncias cruzadas entre los históricos socios en las que se acusan de haber vaciado la caja de la entidad hospitalaria privada sin pasar por los controles contables y de reparto de beneficios con el resto de accionistas de la compañía, que eran minoritarios. Los peritos cuantifican el quebranto total en unos 12 millones de euros y estiman que se arrastra una deuda a Ramis que asciende a 2,2 millones de euros.
Las acusaciones se estaban tipificando en torno a delitos societarios y de apropiación indebida. Ramis fue el primero en presentar querellas, lo que le dio cierta ventaja a nivel judicial. Con todo, y aunque han pasado ya varios años desde que se iniciara la batalla legal, la cifra del dinero indebidamente apropiado todavía no se ha fijado de manera definitiva por el juez.
Enlace:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/01/baleares/1272719665.html
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Cabe recordar que agentes de la Guardia Civil, advertidos por un pescador, hallaron el coche de Dalmau estrellado en un precipicio en Cabo Blanco, a unos 400 metros del faro. Su cuerpo tuvo que ser excarcelado del amasijo de hierros por los bomberos y un equipo especial de montaña.
Según el forense el ex presidente rojillo falleció a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico y daños en los órganos internos provocados por la caída desde al menos 20 metros de altura. Sin embargo, aún faltan por conocerse los resultados de la prueba de tóxicos que el laboratorio tendrá el lunes.
Parece ser que Dalmau pasaba por un momento personal muy difícil y los investigadores barajan la hipótesis del suicidio. Amigos y allegados habían constatado su pérdida de peso, que había reducido el tamaño y el ánimo de quien fue en vida un hombre extraordinariamente vigoroso.
La familia contrata a un detective
La familia, destrozada, siempre había temido que tras la desaparición del médico hubiera algo más que un episodio de crisis de la depresión que arrastraba desde hacía tiempo y que en los últimos tres meses le había obligado a medicarse. Por eso, y para colaborar con las investigaciones de la Policía, ha contratado al detective privado Carlos Valencia, propietario de la empresa Gesinvest, primero para investigar la desaparición, ahora la muerte.
A Dalmau le esperaba en los próximos meses un auténtico via crucis judicial propiciado por las diferencias con su antiguo socio en la Policlínica Miramar. El litigio se fundamenta en las denuncias cruzadas entre los históricos socios en las que se acusan de haber vaciado la caja de la entidad hospitalaria privada sin pasar por los controles contables y de reparto de beneficios con el resto de accionistas de la compañía, que eran minoritarios. Los peritos cuantifican el quebranto total en unos 12 millones de euros y estiman que se arrastra una deuda a Ramis que asciende a 2,2 millones de euros.
Las acusaciones se estaban tipificando en torno a delitos societarios y de apropiación indebida. Ramis fue el primero en presentar querellas, lo que le dio cierta ventaja a nivel judicial. Con todo, y aunque han pasado ya varios años desde que se iniciara la batalla legal, la cifra del dinero indebidamente apropiado todavía no se ha fijado de manera definitiva por el juez.
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