Peligro de fraude con los talonarios de taxi
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La liberalización de la venta de talonarios de recibos de taxi en Madrid crea vacíos legales que pueden provocar fraudes. Las asociaciones profesionales piden aumentar la seguridad en la venta de estos documentos.
Un conductor pregunta en la Oficina Municipal del Taxi de Madrid por los talonarios de recibos oficiales para llevar en el coche tal y como mandan las ordenanzas. El funcionario le dice que ya no los venden. Sólo las troquelan con el fin de que el código identificativo figure en dicho documento público. Para comprarlos, le responde, puede ir a una papelería cercana. No es el único sitio donde se pueden adquirir. Antiguamente, los talonarios sólo eran expedidos por el Ayuntamiento y las asociaciones profesionales del sector. Pero este servicio se liberalizó y ahora, según explican desde las asociaciones, se pueden adquirir también en los talleres que usan los taxistas, tiendas especializadas y hasta en papelerías.
Sin embargo, el celo para la venta de este documento público no se guarda de la misma forma en todos los sitios. Francisco Esteban, presidente de Agetaxi, prueba a comprar los talonarios en una papelería de la calle Emilio Muñoz ante la mirada atenta deMadridiario. Le vendieron, sin necesidad de que mostrara la documentación de taxista profesional, ocho talonarios de 50 páginas por 10 euros, cuando en las asociaciones se vende a un euro el talonario de 100 páginas.
Letras identificativas
Esteban señaló al vendedor que los recibos de los talonarios no eran legales porque ni tenían código troquelado ni llevaban impreso el número de recibo. Estos dos números son los códigos comprobantes de control para conocer qué taxi ha expedido una factura y si este comprobante es legal. La Ordenanza Reguladora del Servicio de Vehículos de Alquiler con Aparato Taxímetro obliga a llevar impreso (o troquelado) el número de licencia del vehículo. A pesar de ello, el dependiente aseguró que los recibos sí eran legales, si bien para ello deben ser troquelados por el Ayuntamiento o las asociaciones con el número de la licencia del taxi que los vaya a usar.
Según informaron las asociaciones del sector a este digital, cuando los talonarios son expedidos por ellas se apuntan todos los números de los recibos para llevar un control de las incidencias que se puedan dar en cada caso y saber qué conductor es el implicado. De hecho, introducen una letra identificativa que establece en qué lugar se ha expedido dicho recibo (por ejemplo, 'G' en la Gremial o 'F' en la Federación). El único sustitutivo de este tipo de factura es el modelo impreso por una máquina homologada por el Consistorio.
Facturas falsas
El fallo de este proceso es que se presupone la honestidad del comprador, sin que haya otro criterio de control salvo esperar a que quien compra sus talonarios en un comercio vaya a troquelarlos al Ayuntamiento o a las asociaciones.
Un profesional que no siga ese procedimiento podría así expedir recibos falsos -sobre todo, a los turistas- ya que en la información que se ofrece a los clientes en el taxi no se indican las características que debe tener un recibo ni dónde tiene que buscar los códigos de licencia del conductor y del taxi dentro del vehículo. De hecho, los recibos expedidos en algunas papelías tienen un tamaño inferios a los oficiales que deben medir 20 por 10 centímeros. Al no pedirse documentación alguna, podría darse el caso de que se vendieran talonarios a personas que los utilizaran para pasar a su empresa cargos por supuestos desplazamientos no realizados.
Esteban afirma que "el Ayuntamiento debe velar por la seguridad del usuario, pero está facilitando el camino a los infractores". Agetaxi, la Federación Profesional del Taxi de Madrid y UGT-Uniatramc piden que se mejoren las condiciones de seguridad en la expedición de estos documentos para evitar fraudes. UGT solicita incluso que se vuelva al sistema anterior.
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