DETECTIVES PRIVADOS TRAS MADELEINE
Lejos del olvido, Madeleine es un estigma para la población, en el Algarve portugués, villa romana y marinera que es hoy refugio de turistas británicos. "Madeleine ha situado Praia da Luz en el mapa", admite el padre Haynes Hubbard, que prefiere pasar de puntillas por el caso. "Es mejor olvidar", dice. Insiste e insiste en el mensaje. Pero olvidarse, no se puede. Hay demasiados espíritus heridos: los vecinos portugueses, los turistas británicos, los empleados de los hoteles y los restaurantes... Hay demasiados frentes abiertos. No olvidan los McCann (Gerry y Kate, padres de otros dos pequeños, los gemelos Amelie y Sean, un año menores que Madeleine), cuya hija permanece desaparecida. Y no olvida el pueblo, sumido en una crisis turística sin precedentes. Si se mira desde un punto de vista objetivo, todo tiene cierto sentido: esta noche se cumplen dos años desde la desaparición de Maddie. Pero no hay detenidos ni sospechosos y se ha corrido un tupido velo sobre el caso. De modo que alguien, algún culpable, anda suelto. Bajo esas premisas, ¿quién apostaría por Praia da Luz a la hora de tomarse unos días de descanso en familia...? (...)