Desarticulada una red mundial de falsificación de tarjetas de crédito
Una investigación iniciada por el Cuerpo Nacional de Policía en Valencia sobre unos pocos individuos ha conducido a una redada en 13 países que ha permitido desarticular una auténtica multinacional del fraude con tarjetas de crédito copiadas. En total, han sido detenidas 178 personas, 76 de ellas en España. El resto han sido arrestadas en los siguientes países: Rumanía, Alemania, Italia, Australia, Francia, Estados Unidos, Irlanda, Suecia, Grecia, Francia, Finlandia y Hungría. MÉTODO ´SKIMMING´ La banda, a la que se han incautado 120.000 numeraciones de tarjetas y 5.000 tarjetas copiadas, conseguía las numeraciones de los documentos mediante un método conocido como skimming: en las rendijas de los cajeros automáticos donde se introduce la tarjeta colocaban un lector que copiaba los datos y los transmitía por bluetooth al ordenador del grupo. Además, lograban entrar en el sistema informático de los cajeros y copiar el código secreto de cada una de las tarjetas. Otras veces, una minicámara camuflada en el cajero permitía conocer el número pin del usuario. Con esa información obtenida, los delincuentes creaban tarjetas con las que sacaban dinero de cajeros y hacían compras de miles de euros. El grupo invertía mucho tiempo y dinero en diseñar y fabricar esos sofisticados dispositivos destinados a clonar tarjetas llegando a disponer, según informaron los investigadores, "de un auténtico centro de I+D" dedicado a este tipo de delitos. El fraude estimado llevado a cabo por la banda asciende a un total de 20 millones de euros. La organización, integrada por ciudadanos rumanos, estaba dividida en diversas células distribuidas por cada país. Únicamente el jefe de cada célula podía entrar en contacto con los líderes de la estructura central de la organización, de quienes, muchas veces, solo conocía el alias. La red se encargaba de amedrentar a las bandas rivales para garantizarse de esta manera la exclusividad de los territorios en los que operaba. Además, en caso de que alguno de sus miembros fuera detenido por la policía, la organización mantenía económicamente a su familia y corría con todos los gastos de los abogados. EXPLOTACIÓN SEXUAL Los miembros de la banda eran dados a celebrar orgías con prostitutas, y podían llegar a gastar 3.000 euros en una noche. Algunos estaban implicados en otros delitos como robos con fuerza, estafas, extorsiones, explotación sexual y blanqueo de dinero. Enlace: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=589676