La crisis económica fomenta el engaño
Pero ¿cuál es el perfil del defraudador? Podría ser el típico dueño de negocio pasando por malos momentos, que decide aumentar artificialmente los importes de un siniestro genuino o incluso "crearlo". O bien podría ser alguien que proporciona datos de suscripción incorrectos que le permiten lograr un precio más bajo -una tarea más sencilla con el incremento de la venta de pólizas por Internet-. A veces, el defraudador es más sutil, y potencialmente de más impacto, con indicios de posible fraude al cambiar la dirección en una póliza de auto.
Esto requiere que las aseguradoras sean cada vez más rigurosas a la hora de detectar un posible cliente "fraudulento". No cabe duda de que una póliza "inocua" puede volverse "fraudulenta" en cualquier punto de su ciclo de vida. De igual modo que hay fraudes que sólo se detectan en el momento del siniestro, hay otros que se podrían frenar antes de llegar a ese punto. Integrar la prevención del fraude en el ciclo de vida de la póliza es una estrategia más efectiva en términos de coste.
En el gráfico adjunto se muestra que el seguimiento debe ser continuado para evaluar los diferentes niveles de riesgo de potencial fraude en la vida de una póliza. Por ejemplo, en la póliza "A" se identifica un potencial alto riesgo en la cotización y, después de realizar una investigación adicional, se deniega la cobertura; la "B" empieza su vida con riesgo bajo, pero se produce un cambio en las características del riesgo, que señala un potencial alto riesgo; la "C" tiene algunas inconsistencias que merecen investigación adicional y que al final no sugieren ningún riesgo especial, mientras que la "D" mantiene un riesgo bajo.
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http://www.elpais.com/articulo/carreras/capital/humano/crisis/economica/fomenta/engano/elpepueconeg/20100613elpnegser_3/Tes